Telemetría: la apuesta tecnológica que ha cambiado la eficiencia de riego en Ribera Sur
La organización encargada de administrar las aguas de una red de canales, viene realizando hace años esfuerzos por mejorar su uso eficiente, enfocando específicamente sobre la distribución en períodos de escasez. El desarrollo tecnológico ha impulsado a las organizaciones a modernizar sus servicios y dar más seguridad en la entrega de agua. La herramienta tecnológica que ha modificado la calidad del servicio es la Telemetría instalada en gran parte de los caudales.
Ribera Sur entrega a sus asociados el recurso a través de sus bocatomas emplazadas en el cauce del río alimentando a los canales matrices y ahora los flujos constantes de datos llegan hasta un computador central y permiten que los encargados se mantengan al corriente de la actividad del agua que circula por los canales, aguas que serían incapaces de seguir a través de la observación directa.
“Es un sistema que realiza un control remoto del agua que ingresan al canal, y monitorea mediante sensores que calculan el nivel del agua con distintos equipos y que puede controlar simultáneamente y en línea los datos las 24 horas y los 365 días del año”, explica Oscar Quintana, administrador de la asociación.
La exactitud de medición del agua garantiza eficiencia en la distribución y mejora la transparencia con los usuarios. Por otra parte, mejora también la administración de la organización, “ya que ahora se manejan datos reales de los volúmenes de agua distribuidos y entregados a los usuarios”, precisa Quintana, organización que lleva 3 años de implementadas la telemetría con 8 estaciones.
“Una de las mayores ventajas de esta tecnología es que permite hacer proyecciones y planificaciones que ayuden al mejoramiento de los recursos, a la toma de decisiones, planificación de proyectos o tareas de mejoramiento en los servicios”, agrega.
Aunque la distribución, medición y registro del caudal de agua de riego pareciera ser lo normal, en realidad hasta ahora eran datos desconocidos. Los canalistas no tenían tecnología para llevar un control preciso del agua de riego que reparten ni tenían mediciones reguladas, se manejaban sólo por aproximaciones. Los canales necesitaban un sistema de control de flujo automático, que les permita la entrega de acuerdo a sus derechos de agua en tiempo real.